
Para dar con la nota adecuada, es necesario respirar y por ello esta actividad aporta una buena oxigenación de todo el organismo. Para poder colocar bien la voz, puedes realizar el siguiente ejercicio: de pie, con los pies ligeramente separados y la espalda recta, cierra los ojos y emite sonidos sin fijarte si están afinados o no. Poco importa el estilo y el ritmo. No dudes en apuntarte a un coro o tomar un curso de canto, es la garantía de una relajación segura.